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Entregó más de 40 mil visas a judíos y españoles; rompió los protocolos
diplomáticos por ayudar: Galindo Quiñones
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Convenció al presidente Cárdenas de abrir las puertas a quienes huían de Franco
y el Nazismo, señala Allende Cano
Con el objetivo de
rendir un homenaje al diplomático Gilberto Bosques Saldivar (1892 - 1995), se
realizó en el Palacio Legislativo de San Lázaro la develación de una escultura
en su honor y se inauguró una exposición fotográfica de quien fungió como
cónsul general en la Francia ocupada por la Alemania Nazi, cargo durante el
cual ayudó a escapar a judíos y a españoles que a su vez huían del franquismo.
Al
respecto, la diputada Ana Isabel Allende Cano (PRI), promotora de la muestra,
explicó que Bosques Saldivar fue quien convenció al entonces presidente Lázaro
Cárdenas de abrir las puertas al exilio español.
Precisó
que gracias a la emisión de miles de visas y pasaportes fue que los
republicanos españoles lograron emigrar a México, así como judíos que buscaban
escapar del régimen Nazi, a los cuales Bosques protegió “arriesgando su vida y
la de su familia”.
“Las
dictaduras fascistas de España y Alemania habían comenzado una sangrienta
persecución en contra de los republicanos y de los judíos, respectivamente;
meses después, Francia sería invadida por las tropas de Hitler”, refirió.
Por
su parte, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, diputado Heriberto
Galindo Quiñones (PRI), aseguró que para poder ayudar a los perseguidos,
Bosques Saldivar entregó más de 40 mil visas.
“Rompió
los protocolos de la diplomacia, porque personalmente, con un megáfono,
convocaba a la gente a que se acercara a la representación mexicana en
Marsella; él promovía el salvamento y la paz”, resaltó.
Aseguró
que la labor del ex cónsul y diputado federal en dos ocasiones, “es ejemplo
para políticos y diplomáticos de México y el mundo, primero por su rectitud y
honradez, y en segundo lugar por su valentía que rompió los moldes de la
tradición diplomática en busca de la paz y de salvar vidas”.
Al
tomar la palabra, Gilberto Bosques Tistler, nieto del ex–diplomático, manifestó
que los alientos renovadores de la Revolución mexicana fueron ejes de los
ideales, aspiraciones y convicciones de la acción pública que representó
Bosques Saldivar durante su carrera política.
“Nunca
dejó de ser un hombre revolucionario, abierto a los cambios, crítico,
autocrítico y siempre propositivo”, enfatizó.
En
tanto, el escultor José Sacal, creador de la obra develada, indicó que no se
trata de un busto, sino de una escultura que representa la idea de lo que en
verdad creía el diplomático mexicano.
“Gilberto
Bosques fue un escudo contra la guerra, significó la vida en lugar de la
muerte, y la paz en lugar de la ofensiva”, puntualizó.
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