La
institucionalización de las políticas sociales, con enfoque de
combate a la pobreza, tienen en nuestro país más de 20 años y
sabemos que, a pesar del tiempo, hoy enfrentamos retos importantes en
esta materia que debemos superar para mejorar nuestras condiciones
sociales. Durante poco más de la mitad de este tiempo el desarrollo
de ésta se dio al libre entendimiento de los políticos hasta que,
en el año 2006, se creó el Consejo Nacional de Evaluación
(CONEVAL) encargado de evaluar específicamente la política social a
través del grupo de sus programas componentes.
La evaluación
permite conocer y valorar logros concretos, lo cual a su vez facilita
procesos de mejora continua en los que los tomadores de decisiones
cuentan con herramientas para mejorar los programas y el uso de los
recursos públicos, lo cual, en el ideal, se traduce en mejor
desempeño. En pocas palabras sin evaluación sólo damos palos de
ciego.
Y el problema, tal como lo señala el COENVAL, no es sólo
caminar entre sombras para alcanzar un objetivo, sino que lo social
es un tema que no sólo se puede visualizar desde una óptica
determinada por una sola secretaría, es multifactorial y en ese
sentido depende de muchos temas tan complicados como el crecimiento
económico de un país, la experiencia indica que a mayor
crecimiento económico mejor ingreso per cápita. El
éxito en la mejora del desarrollo social y de la pobreza no puede
ser tarea de una sola secretaría o dependencia.
En este sentido, la última evaluación de la política social del
CONEVAL hace un reconocimiento a la federación y en especial a la
SEDESOL ya que, desde 2013 han fomentado una mayor coordinación
institucional para el desarrollo social. En específico, este reporte
señala que las modificaciones al Fondo de Aportaciones a la
Infraestructura Social (FAIS) del ramo 33 para direccionar estos
recursos hacía indicadores multidimensionales de pobreza ha
permitido el uso de los mismos como articuladores de la coordinación
institucional. En este sentido la Cruzada Nacional Contra el Hambre
(CNCH) es un ejemplo claro de estos esfuerzos de coordinación y el
reporte señala que, ésta es una estructura de organismos que
convergen hacia un mismo objetivo y su operación implica una visión
transversal de todas las instancias donde los resultados demuestran
que se ha generado esta sinergia a nivel federal pero, que la
coordinación para la operación entre los distintos órdenes de
gobierno es uno de los retos a lograr.
La vinculación social es un
tema novedoso en esta estrategia y se dice que, en materia de
participación social, se ha cumplido la meta de creación de comités
comunitarios. Será necesario que éstos mantengan actividad a partir
de su creación y que exista una conexión más clara entre la
demanda que se genera en los comités y la oferta gubernamental.
Avances y retos, insumos necesarios para mejorar el desempeño del
desarrollo social en nuestro país y que refuerzan su importancia por
el cambio impuesto de nuestro gobierno al pasar de una visión
asistencialista a una visión de productividad social.
El camino es
largo pero este cambio de visión asegura la idea de mover a la
sociedad hacía la sostenibilidad social y tal parece, que el
entendimiento de un desarrollo social multinstitucional está en
marcha y hoy las evaluaciones de la política social son líneas de
acción que comprometen al Gobierno de México a mejorar su actuar.
La SEDESOL interpreta fielmente esta nueva visión de política
social del Presidente Enrique Peña y asume, con voluntad, la visón
de trabajar en conjunto a todos los órdenes de gobierno para
impulsar el desarrollo social.
Invitamos
a todos los lectores a conocer esta evaluación a través del link:
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